martes, 25 de febrero de 2014

UN PARTIDO DE RISA

Almirante empató 1 - 1 con un golazo del juvenil Ibars y volvió a desperdiciar una chance importante de cara a la lucha por la permanencia.

La Fragata empató con Talleres 1-1 con gol de Ibars, mientras que para los Cordobeses marcó Klusener. A diferencia de partidos anteriores, Almirante superó a su rival, pero desperdició muchas oportunidades de poder concretar con el tan ansiado gol. No obstante, tenía enfrente a un Talleres débil y golpeado que también peleaba contra la zona roja de la tabla.El partido parecía que iba a terminar con un marcador favorable para Almirante, pero por cuestiones tales como la grave falta de precisión frente al arco llevó a que pierda de manera parcial. Pero una luz iluminó el estadio y en tan solo un minuto después, vino el empate de Almirante en manos de Ibars, juvenil que marcó su primer tanto en primera.Grahl se mostró movedizo y logró ser el nexo de ataque entre el medio campo y los delanteros. A su vez, La ofensiva dio una mala impresión, ya que, Pereyra, si bien logró ganar una considerable cantidad de tiros libres a favor del Mirasol, no hizo más que eso, buscar la falta fácil. Por su parte, Figueroa no aportó absolutamente nada en la ofensiva, sino que se mostró lento en el campo de juego y generó muy poco. En cuanto a la defensa, Arias se mostró afianzado, jugó excelente, marcó bien y justificó la decisión de Rivoira de ponerlo en cancha. Olivera fue el estandarte de la defensa, ya que, pese a errores defensivos que provenían a veces por el lado de Ibars u Ortiz, era él quien frenaba los ataques de los Cordobeces. En el arco, Ezequiel Cacace, aquel quien tan solo dos semanas atrás fue culpable de un ridículo gol contra Villa San Carlos, hoy no se olvidó de dar su dosis de terror. Si bien tuvo grandes atajadas, en el gol de Talleres fue uno de los grandes responsables.Se vio un equipo, casando, lento, poco dinámico, que le cuesta jugar en los últimos metros y que cuando genera oportunidades las malogra de manera increíble. Talleres por su parte mostró no ser rival digno para el Mirasol, pero hizo lo que Almirante no, aprovechar sus escasas posibilidades. Llega un punto en donde la palabra resignación es poco para englobar el concepto de este equipo. No obstante a la Fragata le queda mucho por jugar y rivales que pelean junto a el por alejarse lo más posible de la zona del descenso.

Por: Nicolás Fasolino


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